El Foro de Acción Rural muestra su apoyo y solidaridad a las poblaciones afectadas por la DANA y pide medidas adecuadas para una reconstrucción justa

Ante la devastación provocada por la DANA del pasado 29 de octubre, y los episodios consecutivos que están afectando a numerosas provincias (Huelva, Málaga, Almería, Valencia, Cuenca, Albacete…), el Foro de Acción Rural muestra su apoyo y solidaridad a todas las personas y poblaciones que han sufrido las trágicas consecuencias de este episodio de fenómeno climático extremo. Proporcionar los servicios públicos esenciales, la residencia y la actividad económica sostenible en las poblaciones afectadas debe ser una prioridad para restablecer y asegurar, cuanto antes, la calidad de vida de las personas afectadas. Así como dar cobertura de protección sociolaboral a las personas trabajadoras incluyendo especialmente la mas vulnerables.

El FAR recuerda que también debe ser una prioridad promover Planes de Acción y medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, como ya se había señalado en el Decálogo Por una transición justa en el medio rural (marzo 2022) y en el documento La Agenda 2030 y los ODS en el medio rural (septiembre de 2020) en el que también se recogen propuestas al respecto, destacando el contenido del ODS13 Acción por el clima . El cambio climático es una realidad que debe abordarse desde diferentes ángulos. Las zonas rurales deben tener un papel protagonista en la transición energética y ecológica, respetando sus características y necesidades. Es necesario alcanzar una mayor resiliencia frente a los recursos hídricos decrecientes  y al riesgo de sequías e inundaciones crecientes. Por ello es fundamental que los Planes de Acción y medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, se realicen a través del manejo sostenible de bosques y de sistemas agrarios, la sostenibilidad en la gestión de los recursos hídricos disponibles en cada zona y evitando la especulación de terrenos en zonas protegidas y de alto valor agroecológico.

La prioridad ahora es reconstruir las zonas afectadas contando con las personas que en ellas viven. La agricultura familiar sostenible, la ganadería extensiva, los y las productoras ecológicas, las mujeres y jóvenes emprendedores rurales afectados, deben estar entre las prioridades a atender de manera urgente.

Desde el FAR se solicita, además, la coordinación y cooperación ineludible entre las diferentes administraciones competentes implicadas. Esta debe permitir una acción pública sin precedentes para lograr una mayor resiliencia frente a fenómenos de riesgo extremo producidos por el calentamiento global, como el que por desgracia hemos vivido, y reducir la vulnerabilidad de la población y del sistema socioeconómico en el medio rural ante el cambio climático.